Y si fueses rico...

¿En qué empresa invertirías? ¿En una o en varias? ¿En qué sector?

El ratio de éxito -inversiones en startups que terminan con exit positivo es inferior al 15%-. Para la mayoría de los empresarios, captar a un inversor potente es el sueño dorado… además de asegurarte pagar las facturas y las nóminas, tienes un primer “validador” que atrae y arrastra a la comunidad inversora. Desde el punto de vista del inversor, disponer de recursos líquidos es un problema. Es necesario “ponerlos a trabajar”, minimizando el riesgo, los impuestos y maximizando la rentabilidad.

¿Cómo? Una cartera diversificada debería tener: inmobiliario, renta fija y variable y también -entre un 1% y un 5%- en nuevos proyectos.

¿Cómo diferenciar el grano de la paja? Aquellas empresas que captan inversores -no FFF- en las primeras rondas, o incluso antes, se garantizan el efecto “atracción” -equipo, proyecto y plan de crecimiento validados-.

Si fueses tú el inversor: ¿apostarías por tu instinto o por el de los inversores profesionales?, ¿te dejarías arrastrar? Si sale mal, no serías el único.